jueves, 7 de octubre de 2010

PONLE VOZ

Otro ejercicio, otro pretexto para escribir, o, si lo preferís, para compartir un punto de partida en una historia...

Esta fotografía de una revista de moda me ha parecido sugerente. El personaje tiene un aire mágico, o al menos misterioso. ¿Dónde está, de qué huye, hacia dónde se dirige? ¿Qué está pensando en este 
momento?

Si te atreves a contestar, adelante: nos encantaría que compartieras tus respuestas con nosotros. Puede ser el nacimiento de un buen personaje... Y, si prefieres utilizar el ejercicio como calentamiento literario, perfecto también.

7 comentarios:

  1. Me encanta!!!!! ^^

    Os dejo mi relato, que se me ocurren a mogollón =)

    El pelo le caía sobre las espalda de una forma muy poco corriente. Como si tuviese aire, cada poro de su piel irradiaba frío, irradiaba miedo... Su vestido de fiesta, que por los bajos estaba lleno de ramas, era lo más brillante que se pueda imaginar.

    Pero todo eso se ha esfumado, y sólo queda una opción: correr.

    Vio la sangre cuando giró la cabeza, sus pies se precipitaron rápidamente... Cayó al suelo de bruces. Sintió algo pegajoso en el labio. Bien sabido era que la sangre de los de su especie era muy cara... No debía dejar que le pillasen. ¡No ahora!

    De nuevo, pero esta vez en el suelo, giró el cuello para intentar ver otra vez la sombra que le perseguía en las más terribles pesadillas. Pero no vio nada.

    Tuvo la mejor idea de su vida, y se levantó, se limpió la sangre con unas hojas del suelo y se recogió los bajos. Miró un momento hacia el lado. El río estaba frío y medianamente congelado. Se acercó, con su brillante y reluciente vestido de fiesta en las manos, enrollado. Se pasó agua por la cara para despejarse.

    -No entiendo nada... -se dijo para sí.

    Hundió totalmente la cara en el agua y sintió un escalofrío por la temperatura tan baja. De nuevo, el pelo se colocó de su manera natural, los poros comenzaron a desprender frío, mucho frío...

    Los dedos se le comenzaron a unir con piel. Una piel traslúcida. Los ojos se le volvieron negro como la noche. El vestido se desprendió de golpe y se quedó en ropa interior, al lado del río.

    Entonces, y sin más dilación, se zambulló en el agua para volver con su familia y evitar la crueldad de la caza de sirenas.

    Ella era una.

    La más poderosa que pudiera imaginar.

    Espero la opinión... ^^

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  2. La imagen en preciosa, me encanta!! Y sí que saldría una buena historia a partir de ahi.

    Ahora mismo os envío la historia ;)

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  3. Libros por leer: Tienes un don especial para dosificar la información y crear suspense, y también para los finales impactantes. Queda alguna cosilla que pulir (incoherencias de tiempos verbales, sobre todo) pero lo esencial está, que es saber contar bien una historia. Y, créeme, no todo el mundo sabe.
    PhoenixMoon: No he leído aún tu historia, te cuento cuando lo haga.

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  4. Que curiosa me parece esta iniciativa, justo esta semana empezamos a hacer lo mismo en clase de fotografía y audiovisuales!! jajaja
    Me encanta el relato!

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  5. Es una imagen realmente evocadora.

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  6. Hola de nuevo... =D ¿Te parece en serio que tengo un don? Que me sonrojo ^^ Mil gracias de nuevo por decir esas cosas... Todo esto me ha animado para comenzar una sección en el blog, una de relatos... Por cierto, envíame las incoherencias esas al mail del blog librosporleer@gmail.com que quiero seguir mejorando!!

    Besos!

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  7. Este es mi relato:

    Se encontraba en el bosque, miró a su alrededor; las voces que gritaban dentro de sus oídos habían cesado.Echó un último vistazo para asegurarse de que podía continuar su viaje con calma y, sin ningún temor, emprendió de nuevo, pensando en las sombras que la estaban persiguiendo hace tan sólo unos instantes.

    Tarareó una y otra vez la nana que su madre le cantaba y que tanto sentido le había dado a su vida. Una sonrisa se veía en su rostro y su vestido brillaba como nunca antes, seguramente por que no sentía temor a nada. Pero, de repente, su vestido perdió la luminosidad que desprendía; las voces volvieron a sus oídos y sintió no estaba sola en aquellos momentos.
    Sin pensárselo dos veces, echó a correr sin volver la cabeza ni una sola vez. Intentó correr lo más rápido que pudo pero el vestido era demasiado largo y eso le impedía moverse con facilidad.
    Paró de correr y se arrodilló; no tenía fuerzas para seguir corriendo. Miró hacia atrás y vió que la oscuridad se iba acercando poco a poco; tenía que huir.
    Arrancó una parte de su vestido y lo tiró al suelo mientras corría de nuevo.
    Se tapó los oídos para no escuchar las voces que gritaban, pero éstas no venían de fuera, sino de dentro.
    Estaba corriendo desesperadamente cuando, de pronto, las voces volvieron a cesar. Paró de correr y miró a ambos lados y, finalmente, dio media vuelta.
    Algo extraño estaba ocurriendo: la oscuridad se estaba adentrando en el vestido y éste se iba volviendo cada vez más oscuro.
    No supo si acercarse o alejarse, pero optó por la primera opción. Se aproximó, con pasos cortos y lentos, hacia el trozo de vestido que había arrancado. Cuando se hallaba justo delante de él, no comprendió lo que había ocurrido: se había reducido a un colgante pequeño con una piedra negra y brillante, en el centro. Se arrodilló para cogerlo, temiendo que algo malo ocurriese, pero, nada ocurrió. Pero, todos los árboles, todas las piedras y todo el suelo desaparecieron y en tan solo unos segundos, nada se hallaba a su alrededor. Lo único que sentía en su pálida piel era el aire que venía en su contra. De repente, todo se volvió blanco y la oscuridad que desprendió el colgante lo cubrió todo.

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